miércoles, 13 de enero de 2016

Primeros sentimientos ~Ayato~

Akarihime Pov
Cuando me recuperé tanto de la anemia como de esa especie de flashback de Ayato y sus hermanos, fuimos ha hacer algo ya que estar en mi cuarto nos acabó cansando a ambos, sinceramente me apetecía mucho correr, hacia bastante frió y eso me ayudaría ha entrar en calor.
Akarihime: Oye Hono-san, ¿porque no practicamos algún deporte?, estoy aburrida.
Ayato: Yo también, ¿sabes jugar al baloncesto, Gurasu?
Akarihime: Obviamente- bufé molesta.
Ayato: Pues vamos a jugar entonces- me cogió de la mano y me llevó a una especie de cancha de baloncesto dentro de la mansión, ya no me sorprende, estos tienen de todo aquí.
Akarihime: Déjame prepararme y empezamos a jugar.
Ayato asintió y empezó a mirarme mientras calentaba,
por suerte me había cambiado antes de jugar a un atuendo más cómodo que el uniforme, me puse un pantalón deportivo negro y rojo que me llegaba un poco por debajo de las rodillas pero no hasta los tobillos, un top negro y encima una chaqueta negra y roja junto con unas deportivas negras y rojas también, Dios amo demasiado esos colores. Al finalizar de calentar até mi cabello en una coleta alta y mire a Ayato el cual no había empezado a calentar.
Akarihime: ¿No piensas calentar?- dije preocupada porque se hiciera daño
Ayato: Ore-sama no necesita calentar, eso es para los seres humanos estúpida Gurasu
Akarihime: ¡Bien!, Perdona por preocuparme por ti- dije con sarcasmo.
Cogí un balón de baloncesto de una cesta lleno de ellos y lo empecé a botar, me dirigí al medio del campo donde se encontraba Ayato para empezar a jugar. Antes de que empezáramos Ayato ya había hecho trampas para quitarme el balón y tirar a canasta, yo reaccione rápido y se la volví a quitar pero como seguía usando trucos sucios, yo empecé a hacerlo también. Digamos que el partido no fue exactamente lo que imaginaba, Ayato me hizo cosquillas, me estiró del pelo, intentó morderme e incluso me toco los pechos para despistarme y claramente no lo iba a dejar así que contraataque yo le pellizque la oreja,le puse la zancadilla, me subí a su espalda e incluso puse mis pechos en su cara pero al final después de todo ese enorme esfuerzo conseguí ganar por un punto ¡Un maldito punto!
Akarihime: ¡Por fin!, Ja, te gané Ore-baka.
Ayato no contestó y miro al suelo con su mirada en penumbra, en ese momento me sentí muy mal, tal vez no debería haberme chuleado tanto.
Akarihime: Ayato, lo siento no quería hacerte sentir mal, además solo gane por un punto eres muy bueno- le abracé por la espalda haciendo que sintiera mis pechos pero seguía sin contestar y eso me preocupó.
Akarihime: ¿Que tengo que hacer para que me hables?- dije ya más desesperada y con algo de miedo en mi voz- ¿Quieres sangre?, si es así te la daré.
Antes de poder continuar Ayato susurró algo y me cargó en brazos, se teletransportó a un lugar que conocía bastante bien... la piscina. En ese momento supe lo que iba a hacer el pelirrojo para vengarse y empecé a sentir miedo.
Akarihime: ¡No, espera Ayato, yo no se na...!
No pude continuar ya que Ayato me tiró a la piscina, estaba en la superficie con mucho esfuerzo pero aun así no podía llegar al bordillo.
Ayato: ¡¿Quien te crees que eres para burlarte de Ore-sama Gurasu?!
Ayato estaba avergonzado por haber perdido contra una chica pero también estaba enojado y lo entendía, fue mi culpa restregárselo. Sin quererlo las lagrimas empezaron a caer de mis ojos haciendo que Ayato me mirara sorprendido, sin saber porque sonreí y me sentía tan cansada que dejé de patalear y empecé a hundirme. "Eres una inútil, jajaja, ¿piensas que así Ayato te salvará?, solo eres una patética humana, una simple bolsa de sangre" La voz de mi cabeza, no, la voz de Cordelia no dejaba de insultarme y decirme lo patética que me veía, tal vez tenia razón y debía dejarme morir "Yo puedo darte poder para vengarte de Ayato y todos los que te hicieron daño" ¿vengarme?, No estaba enojada, estaba triste y por muy enojada que estuviera no dejaría que esa mujer volviera a hacerle daño, a pesar de que siguió hablándome yo solo cerré mis ojos mientras sonreía, nunca seré capaz de volver a sentir el sol, de bromear con Yuko o incluso de decirle a Ayato que lo amo. Se acabó.Antes de perder completamente la consciencia sentí que unos brazos me jalaban hasta la superficie, pero yo ya no me sentía con fuerzas ni para respira. La misma persona empezó a presionar mi estomago para que expulsaba el agua mientras gritaba "¡Oye Gurasu, no te mueras, era una broma!, ¡Akarihime no me ignores, Ore-sama no te ha dado permiso para morir!, ¡Vamos si abres los ojos no me enojaré, lo prometo!". Su voz sonaba tan desesperada, tenia que hacer un intentó, por él. Sentí como el agua subía por mi garganta así que con mucho esfuerzo conseguí expulsarla mientras tosía para recuperar el aire que había perdido. Ayato me ayudó al sentir mi esfuerzo y poco a poco abrí los ojos para encontrarme con los suyos. Parecía preocupado pero las palabras de esa bruja seguían resonando en mi cabeza.
Akarihime: ¿Por qué me salvaste?, Solo soy una bolsa de sangre, además tu me tiraste.- dije muy débilmente ya que mis pulmones y mi garganta ardían.
Ayato: ¿Que demonios dices Akarihime?- esta vez dijo mi nombre y no me llamó Gurasu- ¿Que te hace pensar eso?
Yo reí suavemente a lo que él me miro confundido.
Akarihime: La forma en la que me tratas, como si no tuviera sentimientos, pero ¿sabes que?, aun con tu personalidad arrogante y posesiva, me enamoré de ti- No puedo creer que se lo dijera pero la acción de Ayato me sorprendió más. Sus labios se juntaron con los míos desesperadamente y yo le correspondí con la poca fuerza que tenia.
Ayato: ¡No digas tonterías Gurasu, tu perteneces a Ore-sama y no te esta permitido dejarme!
A pesar de lo que decía, estaba sonrojado, tal vez esa era su forma de mostrar afecto además desde que me saco del agua, la voz de Cordelia desapareció de mi cabeza. Volví a sonreirle y asentí con la cabeza mientras él se inclino para chupar algo de sangre, no me importaba, estaba feliz.
Akarihime: Claro, yo pertenezco a Ore-sama.
Una vez dije eso perdí a consciencia y Ayato me llevó a su cuarto donde me puso en su dama de hierro para dormir junto a mi. 

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