
Laito: ¿Estas intentando tentarme Koneko-chan?
Akane se asustó y dio un pequeño salto haciendo que yo me riera de ella y que ella se enojara conmigo
Akane: ¡No tiene gracia, me has asustado idiota!
Laito: Pero Koneko-chan se veía tan tentadora que no pude evitarlo ~nfu~
Akane: Dios, me desesperas- luego se fijo en mis colmillos- Realmente son muy grandes
Laito: No es lo único grande que tengo Koneko-chan, además estaría encantado de enseñártelo ~nfu~
Akane: Pervertido
Laito: ¿No vas a preguntar nada Koneko-chan?
Akane lo miro pensativa un segundo y luego asintió con la cabeza
Akane: ¿La señora del pelo morado y ojos verdes que hay en algunos retratos es tu madre, verdad?
Laito: Acertaste Koneko-chan, pero no se...
Akane: No me gusta, probablemente ella te haya hecho tan pervertido
Laito la miro sorprendido y se dio cuenta que por un instante el ojo derecho de Akane paso de un azul verdoso a un rojo sangre pero volvió a cambiar enseguida.
Akane: Bueno, son cosas mías pero dime ¿De verdad os alimentáis solo de sangre?
Laito: No solo, simplemente no nos hace falta comer si bebemos sangre, eso no quita que comamos comida humana..
Akane: Ya veo, entonces dudo que tengáis miedo al ajo y esa clase de bobadas
Laito: ¿Estas asustada Koneko-chan?
Akane: ¿Bromeas?, es genial, siempre he querido ser un ser inmortal- dijo la chica sonriendo emocionada- ¿Podéis salir al sol?
Laito: Si, pero al cabo de un rato empieza a molestar.
Akane: Debe ser genial ser un vampiro... bueno quitando el hecho de el sol y eso, eso me recuerda que no te di las gracias por salvarme de esos pervertidos...
Laito: Siempre me lo puedes agradecer de otra manera Koneko-chan...
Akane: ¡No de esa manera pervertido! -dijo sonrojándose
Laito: Mmm, ¿por que actúas tan tímida ahora Koneko-chan?
Akane solo hizo un puchero pero aun así contestó
Akane: Puede que actúe como si tuviera mucha experiencia pero realmente yo...- la chica se sonrojo aun más
Laito: ¡Ya veo!, así que Koneko-chan es virgen
Akane: ¡No lo digas tan a la ligera!- dijo la chica tirandole una almohada a la cara mientras estaba completamente sonrojada
Laito: No te preocupes Koneko-chan- dijo mientras subía su mano por el muslo de la chica- puedo arreglar eso ahora mismo
Akane: ¡No te lo he dicho para que me violes!
La tarde de estos dos continuó así Laito haciéndole bromas a la chica mientras ella se sonrojaba y a veces le seguía el rollo para después acabar los dos riéndose aunque el chico seguía pensando en el cambio de color del ojo derecho de la chica...
No hay comentarios:
Publicar un comentario