No se porque pero cuando vi a Yukki desmayada y tan pálida me entró el pánico y empecé a sentirme triste por alguna razón, nunca me había pasado antes con las demás novias, ellas eran tan lloronas y molestas se pasaban el día rogando por sus vidas y lo más divertido era ver esa cara que ponían cuando eran acorraladas. Sin embargo Yukki es muy tranquila incluso cuando esta despierta no intenta desobedecerme y sabe como cocinar dulces, eso es muy bueno ¿no crees Teddy? Fije mi vista en ella, tenía la camisa desabotonada solo tres botones pero dejando expuesto sus hombros y la boca entreabierta respirando muy suavemente, la cogí en brazos y salté de la azotea con cuidado de no dañarla ni a ella ni a Teddy o su peluche después de eso me dirigí a la limusina donde ya esperaban algunos de mis hermanos sin embargo yo no dejaba de pensar en lo último que había dicho "Yo nunca podré odiarte". Porque miente, piensa que así chuparía menos su sangre o tal vez... lo decía enserio, bueno de todas formas no puede odiarme aunque quisiera, porque ella me pertenece. Paró la limusina y me dirigí al cuarto de Yukki el cual estaba cerca del mío y la dejé en su cama.
Su habitación es más pequeña que la nuestra ¿no crees Teddy? aunque el color lila esta el la mayor parte del lugar también hay paredes de blanco y en la cabecera de la cama esta puesto su nombre en letras mayúsculas y moradas oscuros, eso es lindo ¿verdad Teddy?, también tiene bastantes muñecas en su habitación podríamos venir a jugar con ella de vez en cuando. Ahora que lo pienso Yukki-chan es más baja que yo así que no soy el más pequeño.Eso me gusta así seré capaz de abrazarla sin ponerme de puntillas. Yukki comenzó a gemir suavemente mientras tanteaba a su alrededor en busca de algo, supongo que en busca de Sally pero como la deje en el suelo no la encontró y eso hizo que se despertara enojada y con lagrimas en las esquinas de los ojos, el color había vuelto a sus mejillas aunque todavía tenia el ceño fruncido en cuanto me vio volvió a sonreír.
Yukki: Kanato-kun ¿Sabes donde esta Sally?, no logro recordarlo...
Kanato: No la vas a volver a necesitar
Yukki: Uh, ¿Que quieres decir?- dijo ladeando la cabeza confusa
Kanato: ¡Tu nos perteneces a Teddy y a mi, no puedes darle más atención a Sally que ha nosotros!- dijo enojado para después empezar a llorar- ¿Acaso me odias?- la chica negó rápidamente con la cabeza pero antes de que pudiera decir nada Kanato tenia sus manos en su cuello mientras lo apretaba lentamente- ¡¿Me odias ahora?!
Yukki: ¡K-kanato-kun de-detente po-por favor!- dijo mientras intentaba respirar, a pesar de que quería mantenerse tranquila las lagrimas empezaron a correr por sus mejillas.
Kanato al notar eso la suelta y se aleja rápidamente de ella dejándola jadeando y tosiendo en busca de aire.
Kanato: ¿Te he roto Yukki-chan?, ¿Vas a alejarte de mi?- dijo enojado pero enseguida empezó a llorar de nuevo - ¡Por favor no me dejes, no lo volveré ha hacer!- el niño lloraba descontroladamente mientras la chica lo miraba intentando serenarse y recuperar el aire, una vez que lo hizo gateó hasta Kanato y le secó las lágrimas.
Yukki: No voy a dejarte Kanato-kun, supongo que al ser un vampiro te cuesta más controlar sus impulsos- luego sonrió- está bien, puedo vivir con eso, además si quieres que deje a Sally lo haré, de todas formas ya no la necesito, ya no me siento sola.
Kanato: ¿Por que?, ¡¿Por que estas tan tranquila?!. ¡Soy un vampiro puedo matarte cuando quiera y sin embargo tu sigues aquí, acaso no vas a huir como las demás!
Yukki: No, porque yo realmente quiero quedarme aquí... ¿quienes son las demás?
Kanato: Las demás novias del sacrificio idiota.
Yukki: ¿Que es una novia del sacrificio?
Kanato: ¡Si ni siquiera lo sabes, ¿por que quieres quedarte?!
Yukki: Si Kanato-kun me lo explicara, tal vez podría entenderlo
Kanato: Las novias del sacrificio son chicas enviadas por la Iglesia a nuestra mansión para darnos su sangre, ya que nosotros somos la nobleza vampira, la Iglesia tiene que traernos un sacrificio humano para saciar nuestra sed de sangre
Yukki: Realmente necesitáis la sangre- dijo pensando en voz alta- Entonces yo le daré la sangre que necesite Kanato-kun ¿Vale?
Kanato: ¿No vas a resistirte?
Yukki: No, seria inútil de todas formas, pero ahora solo quiero descansar, ¿podemos jugar a algo?
Kanato sonrió y asintió rápidamente
Kanato: Podemos tomar el té, y cuando te sientas mejor, podemos visitar mi colección de muñecas Yukki-chan
Yukki: Vale, estoy deseando
Los dos se quedaron jugando en la habitación de Yukki hasta que ella se sintiera mejor, la chica era muy entusiasta y eso hacia que Kanato se sintiera extraño a su alrededor sin saber porque...
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