martes, 22 de diciembre de 2015

Ayato

Ayato subio a la limusina con Akarihime y aunque se esperaba una regañina de Reiji no se esperaba encontrar allí a Shu con Shiro desmayada en su regazo,él cual misteriosamente estaba despierto y mirando a la chica acariciando de vez en cuando su frente, a Akane dormida en el regazo de Laito, mientras este solo la abrazaba,lo cual fue muy extraño. y a Kanato acunando entre sus brazos a Yukki con Sally y Teddy en el regazo de la chica, este solo la miraba con lagrimas en los ojos aunque también con una cara de enojo, aunque lo que más le sorprendió fue ver a Reiji alli con Ritsuka apoyada en él mientras acariciaba suavemente su mano. Ayato se sentó y puso a Akarihime encima suya esperando recibir una regañina de Reiji que nunca llegó. Al rato llegó Subaru con Yuko inconsciente entre sus brazos y se sentó para ponerla en su regazo mientras le acariciaba el pelo sonrojado. Los Sakamakis se dirigieron en silencio a su mansión como de costumbre, la única diferencia era que cuando las chicas despertaran tendrían que explicarles todo...
Reiji: Ya que todos nosotros las mordimos, no veo ningún otro inconveniente en que les digamos de nuestra verdadera naturaleza.
Shu: Ya lo saben- dijo poniéndole un casco a Shiro.
Resultado de imagen de habitaciones anime roja y negraReiji: En cualquier caso hemos de hablar con ellas sobre esto, no queremos que "esa persona" aparezca en casa para llevárselas...
Por primera vez que todos estuvimos de acuerdo a decir verdad. Cuando la limusina se paró delante de la mansión cogí a Akarihime en brazos y la llevé a su cuarto para dejarla suavemente en su cama. Sin darme cuenta me fui fijando en su habitación, era roja y blanca, la verdad estaba muy organizada, hasta que me fije en su armario el cual estaba completamente desorganizado eso me hizo soltar una risa casi inanudible. Volví a mirar a Akarihime la cual estaba empezando a despertar, se incorporó lentamente en la cama y se froto los ojos haciéndola ver muy adorable, su ropa estaba algo arrugada y su pelo desordenado, eso sumado con su cara de  dormida me hizo reír y mucho
Akarihime: ¿De que te estas riendo Hono-san?-dijo haciendo un lindo puchero
Ayato: ¡Jajajajaja!, ¡Te ves tan graciosa Gurasu!
Akarihime intentó ocultar su irritación ya que eso solo le daba más ego al chico, pero luego recordó lo que había pasado y decidió preguntar...
Akarihime: Ayato-kun... ¿eres un vampiro?
Esa última pregunta me hizo callarme de golpe y mirarla, no es como si estuviera asustada o sorprendida.
Ayato: De eso quería hablar- ella asintió y se sentó- verás nosotros somos vampiros Gurasu, para ser exactos somos los hijos del rey de los vampiros
Akarihime: Me estas diciendo que el tipo de pelo blanco y ojos rojos que ahora es mi supuesto tutor es el Rey vampiro de Japón, genial-dijo con sarcasmo
Ayato: Lo último que quiero decir es que... -me acerque a su cuello donde mi mordedura aun estaba reciente y le susurré- ...a partir de ahora, eres propiedad de Ore-sama así que solo puedes darme tu sangre a mí.
Volví a morderla a pesar de que ella se resistía un poco, pero eso lo hacia aun más divertido...
Akarihime: ¡¿Quien te dio permiso para morderme Hono-san?!- dijo algo enojada intentando resistirse.
Ayato: ¡Cállate! Ore-sama no necesita el permiso de nadie para poder beber tu sangre.
Akarihime: ¡Si!, ¡El mio!- dijo indignada
Deje de beber a pesar que su dulce sangre aún me llamaba.
Ayato: Si te sigues resistiendo solo conseguirás que quiera más tu sangre...
Akarihime: Y un dolor de cuello por lo que veo.
Ayato: Ore-sama nunca va a disculparse por eso
Después sentí una suave mano acariciando mi cabeza y me giré a verla cuando vi a Akarihime sonriendo y acariciándome la cabeza.
Akarihime: Yo le daré mi sangre a Ore-sama siempre y cuando él me lo pida por favor ¿de acuerdo?
Ayato: Ni los sueñes Gurasu, aunque podríamos llegar a un acuerdo si me dejaras tocar tus pechos mientras chupo tu sangre...
Akarihime: Eso esta en la columna de "ni en tus mejores sueño" pervertido- dijo levantándose lentamente para volver a caerse por la falta de sangre.
Ayato: Que torpe eres Gurasu, solo quédate en la cama hasta que te sientas mejor sino no podré beber tanta sangre como quiero
Akarihime: ¡Oh!, Que lindo Ayato se preocupa por mi -dijo con sarcasmo.
Solo sonreí y continuamos charlando hasta que se encontró mejor, realmente pensé que iba a ser mucho más complicado pero Akarihime ha sido muy comprensiva y ni si quiera se ha asustado, aunque lo que más me extraña es que me deje beber su sangre voluntariamente...

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