Estaba en otra especie de flashback y sinceramente tenia mucho miedo, no quería volver a ver a la madre de Kanato-kun pero esta vez no fue así. Aparecí en un lindo castillo blanco lleno de sirvientes de toda clase, quiero decir que había vampiros, demonios, zorros, guerreros, fantasmas y muchos más pero lo que más me sorprendió es que todos se llevaban muy bien y siempre llevaban una sonrisa bastante sincera. Yo empecé a caminar por ese enorme castillo hasta que vi a tres niñas de unos cinco años que estaban caminando y ayudando a algunos de los sirvientes aunque ellos se negaban las pequeñas niñas los ayudaban igual. La primera tenia el pelo albino por los tobillos, ojos azules verdosos y llevaba un vestido bastante escotado verde y blanco, la segunda era algo más baja que las otras dos, tenia el pelo de un color rubio-platino y ojos azules aunque ella llevaba un traje de loli morado y la última tenia el pelo largo albino por los tobillos y ojos azules esta llevaba un vestido de dos partes blancos. Me quedé mirando un rato a la segunda niña ya que era realmente parecida a mi y las otras dos eran como una versión diminuta de mis hermanas. Antes de poder verla más un sirviente se acercó a la niña que se parecía a Shiro-nee y esta se alejó. Luego la otra niña que parecía Akane-nee me cogió la mano y me sonrió.
???? p: Yukki-chan, creo que Shiro-chan va a tener que irse
Yukki p: ¿Como lo sabes onee-chan?
Akane p: Puedo oler a Sachiko-chan desde aquí ¿sabes?, así que que tal si vamos a cambiarnos y te dejo en casa de Nariko-chan.
Yukki p: ¡Si!- dijo sonriendo
Tal y como la albina mayor predijo Shiro se disculpó y se fue a su cuarto para ver a esa tal Sachiko, las otras dos niñas se dirigieron al cuarto de la pequeña a cambiarse de ropa. El cuarto era bastante grande pintado de colores morados y blancos y había una especie de maniquí y diferentes tipos de tela.
La rubia se puso una falda rosa con unas medias negras y un top negro y morado junto a unas orejas de gato, además su hermana le hizo dos trenzas en lugar de sus coletas, la pequeña Akane llevaba otro conjunto pero no me fije muy bien ya que cogió a mi versión diminuta en brazos y saltó por el balcón para despegar unas alas de demonio negras y ir volando a otra parte.
Cuando llegaron a un lago cercano a un hermoso castillo azul que parecía hecho de diamante, la albina la dejó y se fue diciendo que vendría a recogerla en un par de horas, la pequeña niña comenzó a caminar hasta el lago donde se encontraba una peliazul de ojos violetas muy claros que llevaba un vestido azul y blanco muy lindo, la peliazul al sentir mi presencia se giró y me sonrió. Supuse que ella era Nariko.
Nariko: Hola...Yukki-chan- dijo muy suavemente
Yukki p: ¡Hola Nariko-chan! ,¿Por qué sigues hablando tan despacio y suave? Pensé que eramos amigas.- dije haciendo un puchero.
Nariko: Lo siento... es mi forma... de ser... Yukki-chan- dijo agachando la cabeza.
Yukki p: ¡No te entristezcas, te quiero así!- dije abrazando a la peliazul y ella devolviendome el abrazo
Nariko: También... me gusta... Yukki-chan... por eso... eres mi... mejor amiga.
Yukki p: ¿Como es posible que seas mitad hada?, eres tan tímida.
Nariko: Lo siento... supongo que... es por... los castigos de...Masao
¿Castigos?, ¿de que hablaban?
Yukki p: ¡Deberías rebelarte Nariko-chan, no es tu hermano ni nadie de tu familia, si te vuelve a hacer daño pégale!
Nariko: No puedo... hacer eso... por mi parte... angelical.
Yukki p: ¡En ese caso llama a Sachiko-nee o a Izumi-nee, ellas son muy fuertes y te protegerán!
Nariko: No quiero... que las dañen
Yukki p: ¿Me dejas ver tus heridas?
La peliazul asintió y se levantó las mangas del vestido dejando ver unas feas cicatrices por todos los brazos, unas más recientes que otras, tanto yo como la pequeña exclamamos un grito de horror.
Yukki p: ¡Nariko-chan esto es malo, hay que avisar a Izumi-nee o a Ritsuka-nee para que te curen!
Nariko: Se... curaran solas.
Yukki p: Pero Nariko-chan- dijo sollozando.
Nariko: No llores... Yukki-chan... te traje... un regalo... pero solo... te lo daré... si dejas de llorar... ¿vale?
La niña dejo de llorar al instante y asintió, entonces la peliazul sacó un conejito de peluche rosa y blanco y se lo dio a la niña.
Nariko: Tus hermanas... me ayudaron ... espero que te guste...- dijo sonriendo
La rubia cogió con cuidado el conejito y lo abrazó, a la vez que abrazaba a la peliazul que estaba más feliz.
Nariko: Siempre seremos... amigas ¿verdad Yukki?
Yukki p: Si
La escena cambió y me encontraba de nuevo en el cuarto de la niña, esta vez ella estaba con unos maniquies diseñando ropa hasta que un hombre de mediana edad de cabellos blancos y ojos azules entro.
????: ¿Que esta haciendo mi pequeña princesa?
Yukki p: ¡Oto-san!, Estoy haciéndole un lindo vestido a Nariko-chan, ¿te gusta?
El hombre miro al maniquí que tenia un traje de manga larga azul hasta los tobillos con una hendidura en el lado derecho de este, estaba recubierto de pequeños diamantes en las mangas del vestido y en la espalda había dos agujeros.
Padre Y: Esta muy bien cariño, en especial porque le hiciste esos agujeros para sus pequeñas alas.
Yukki p: Mm, así Nariko podrá volar conmigo
Padre Y:Claro pero no la esfuerces, Nariko siempre a sido muy frágil
Yukki p: ¡Nariko-chan no es débil, es culpa de Masao que no pueda salir con frecuencia!
El padre de la pequeña abrió los ojos sorprendido.
Padre y: Ya veo ¿que le hace Masao para que este tan débil cariño?
Yukki p: Y-yo n-no debo decirlo, s-se lo prometí a Nariko-chan...
Padre Y: Pero sino me lo dices no podre ayudarla princesa, porque tu quieres que se ponga bien ¿verdad?
Yukki p: ¿Prometes no contarlo oto-san?- dijo extendiendo su menique
Padre Y: te lo juro princesa- concluyo juntando su meñique con el de la pequeña.
Yukki p: Masao quería pegarnos a todas pero nos revelamos, pero Nariko-chan no pudo hacerlo y él la pega, le hace cortes en los brazos por eso siempre lleva manga larga y también intentó quitarle las alas a la fuerza pero Shiro-nee y Sachiko-nee la salvaron a tiempo, la última vez la dejó encerrada herida por tres días, sin comer ni beber por eso muchas de sus cicatrices no se han curado.
Padre Y: Eso es muy grave princesa, Masao necesita un castigo.
Yukki p: ¿La ayudaremos Oto-san?
Padre Y: Dalo por hecho- dijo dándole un beso en la frente- ahora sal fuera a jugar con tus hermanas y luego te acompañaré a ver a Nariko ¿vale?
Yukki p: Vale Oto-san
Me volví a teletransportar mientras que mi versión pequeña estaba flotando junto a Akane-nee quien la agarraba la mano, Shiro-nee llegó al rato y se unió a nosotras para mirar el caos en el que se había asumido todo
Akane p: Shiro, Yukki detrás mio.
Ambas niñas asintieron y se adentraron en aquel infierno matando a todos los monstruos que se ponían por delante y ayudando a los supervivientes, pronto llegaron al castillo y corrieron hacia la sala del trono donde se encontraba su madre y su padre peleando contra dos personas encapuchadas y tres monstruos.
Akane p: Shiro deshazte de esas personas, Yukki sujétame a esos bichos mientras los mato- susurro ya que nadie las había visto entrar.
Las dos p: Entendido.
La rubia acompañó a su hermana para matar a los tres monstruos que atacaban a su padre, Akane-nee le dijo algo que no llegué a escuchar y al rato la rubia se paro en medio de la pelea bajo la mirada horrorizada de su padre, antes de tocarla siquiera los monstruos cayeron a sus pies con una enorme fuerza, la pequeña estaba envuelta en una luz morada oscura al igual que la de los monstruos.
Yukki p: No deberían atacar así a quien puede controlar la gravedad y sus vidas ¿no creen?
Uno de sus ojos era rojo y con solo miran a una de esas cosas esta desapareció convirtiendose en polvo mientras la mayor se había encargado de las otras dos, después una explosión de sangre las cubrió a ambas pero no les importó ya que fueron a ayudar a su padre.
Padre Y: Akane, Yukki, lo hicisteis bien cariños, gracias.
Las niña sonrieron al mismo tiempo que se reunieron con su hermana y su madre
Padre Y: Este lugar ya no es seguro para ustedes mis pequeñas, os mandaremos a un lugar donde estáis más seguras... lejos de nosotros.
Akane p: ¡Pero Oto-san no queremos irnos!- dijo la pequeña con lagrimas en los ojos.
Madre Y: Lo se cariño pero es por vuestro bien...
Los padres cargaron a las niñas hasta una sala especial y las dejaron en el centro de una especie de pentagrama, el padre les tocó la frente suavemente haciendo que saliera una luz blanca de ellas y se quedaran dormidas poco a poco.
Madre Y: Nunca olvidéis que os amamos mis niñas
Las tres: Nunca os olvidaremos- susurraron las niñas quedándose dormidas.
????: Fue tu maldita culpa que me encarcelaran, pagaras las consecuencias...
Yukki: ¿Quien eres?
????: Solo te diré que disfrutes del poco tiempo que te queda, destruiré tu vida.... poco a poco
No logré verlo bien pero estoy segura de que era un hombre de mediana edad y no era humano... era un demonio.
Me desperté asustada, pensé ir con alguna de mis hermanas pero Kanato se enfadaría así que fui a su habitación.
Yukki: Kanato-kun ¿puedo dormir contigo?
El pelimorado estaba abrazando a Teddy cuando la chica entró, así que asintió y la dejó dormir con él poniendo a Teddy entre ellos.
Kanato: Me alegra saber que me escuchas Yukki-san y no vinieras a por Sally.
Yukki: Yo siempre hago caso a Kanato-kun
Kanato: Mañana comeremos pasteles como recompensa, ahora duerme- dijo entrelazando sus manos y poniéndolas sobre Teddy
Asentí y cerré los ojos, el encapuchado no volvió a aparecer además...
...No le dejaría dañar lo que mas quiero...
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